El alcoholismo es catalogado muchas veces como una conducta de baja moral, pero actualmente la opinión médica lo considera como enfermedad y tal como la diabetes, puede ser controlada, pero no curada. Como el alcoholismo es una enfermedad, resulta inútil acusar a los alcohólicos de falta de fuerza de voluntad, o rogarles que desistan de hacerse daño a sí mismos, a su familia, su negocio, su trabajo, etc. Los familiares del alcohólico no son culpables, pues no causan la enfermedad ni la pueden curar.
Hoy en día existen muchos tratamientos exitosos para controlar el alcoholismo. Alcohólicos Anónimos es el más difundido y también considerado mundialmente como el más eficaz. El alcoholismo ya no es una enfermedad sin esperanzas, siempre y cuando sea reconocido y tratado.
Como familiar o amigo, a mejor manera de ayudar al alcohólico es formar parte de la comunidad de Al-Anon.